Agosto, de camping en Camprodon, hora de la siesta, tiempo libre, todos hacen sus cosas, unos duermen, los críos de mi primo hacen deberes o pintan o ven un rato una peliculita, otros friegan los platos....
Cuando no me toca algo y puedo, hago mis cositas.
Lo cierto es que ya lo llevaba casi hecho de casa porque al camping no me lleve la máquina de coser (aunque me hubiera encantado y a veces me la he llevado, pero cuando voy con críos no).
En fin, cuando el monedero llego a Camprodon le faltaba por coser la boquilla, "que no es moco de pavo", las que habéis cosido ya sabéis lo que cuesta....
Lo acabé y se lo regale a Sofia, la madre de los críos y pareja de mi primo.
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